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21,76 €Camus toma la palabra. Todos sus discursos y conferencias (1936 y 1958), en su mayoría inéditos en castellano.«La libertad que debemos conquistar es el derecho a no mentir. Solo con esta condición tendremos razones para vivir y morir». Esta es la edición definitiva de los treinta y cuatro discursos públicos y conferencias que pronunció Albert Camus entre 1936 y 1958, en su gran mayoría inéditos en castellano hasta hoy. Pese a que él afirmó no sentirse un conferenciante ni se creía legitimado para iluminar a una audiencia sobre ningún tema, estos textos son de vital importancia e interés para la historia del pensamiento europeo.El derecho a no mentir recoge desde un discurso sobre la cultura mediterránea que dio cuando solo tenía veintitrés años hasta sus últimas y apasionadas charlas, entre ellas la de aceptación del Premio Nobel y su emocionante «Lo que le debo a España». En plena guerra y en los años posteriores, Camus tomó la palabra en medio de lo que él llamó la «Crisis del Hombre», movido por su compromiso humanista y preocupado por el destino común. Este libro es una maravillosa muestra de la claridad y la sutileza de Camus y de su defensa irrevocable de la libertad individual, la justicia social y la no violencia.La crítica ha dicho:
«Como Camus demostró, podemos luchar por decir la verdad. Camus es una referencia para nuestra profesión porque siempre dijo y escribió lo que pensaba. Era un intelectual con ideas, pero nunca permitió que su concepción del mundo alterara la observación de los acontecimientos».
Pedro García Cuartango, El Mundo «Basta leerlo de verdad para que cobre voz e irrumpa en el presente, con la misma entonación apasionada que si lo que leemos acabara de escribirse, con una claridad que ha resistido limpiamente el paso del tiempo. Ser claro, para Camus, igual que para Orwell, era una exigencia a la vez estética y política».
Antonio Muñoz Molina, El País «Cincuenta años después de su muerte, sus conferencias siguen siendo, a diferencia de tantos otros, modelos de claridad y perspicacia. Su bello estiloencierra su nervio humanista. Camus es un hombre que, políticamente, no cometió errores».
Philippe Lançon, Libération